enero 14, 2005

Fuente en plaza Larrazabal ya!!!



TURUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU

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Mi labor en este weblog consiste basicamente:
-Poner fotos (Nada de montajes).
-Publicar noticias.
-Seleccionar las mejores chorradas de "La Agenda"
-Matar a Cobo (Mi archienemigo).
-Matar a Pazos (Me roba los amigos) .
-Dominar el mundo.
-Recoger calzoncillos.
-Beneficios.
-Traer paz y amor al mundo.


Paso ahora a publicar la primera noticia de este blog.Una de mis favoritas. ¿Real o ficticia?

Un cuidador de zoo fallece bajo los excrementos de uno de sus elefantes

> EL TRABAJADOR ADMINISTRÓ UNA FUERTE DOSIS DE LAXANTES AL ANIMAL





El pasado 26 de octubre saltó la trágica noticia del fallecimiento de un cuidador del zoo de Paderborn (Alemania) cuando un elefante defecó encima suyo.

El cuidador, Friedrich Riesfeldt, de 46 años, dio a su estreñido elefante, Rose, 22 dosis de laxantes, además de bayas, higos y ciruelas. El resultado fue que el animal de golpe se sintió aliviado y descargó 150 Kg. de excrementos sobre éste.

La brutal defecación del elefante pilló desprevenido a su cuidador, que empujado por la fuerza de las heces, cayó de espaldas golpeándose contra una piedra. Según la policía, mientras el cuidador yacía inconsciente, el paquidermo siguió soltando encima suyo su materia orgánica.

Permaneció bajo la masa tóxica durante una hora, hasta que una persona que pasaba por allí dio la alerta. Pero ya era demasiado tarde. Bajo la inmensa masa de estiércol sólo se veían las pantorrillas y los pies del domador. Friedrich había muerto ahogado.

Todo había empezado un 23 de abril cuando Friedrich notó que su elefante, valorado en unas 8.000 libras, no defecaba con la abundancia con que solía hacerlo anteriormente.

- Friedrich estaba bastante preocupado, porque sabía que el estreñimiento puede acabar matando a un elefante -dijo Kurt Herman, ayudante del cuidador-. Me dijo que ese jueves se quedaría hasta tarde para darle al elefante laxantes e incluso hacerle un enema. Me ofrecí a ayudarle, pero me dijo que me fuera a casa, que lo tenía todo controlado.

- Nunca pensé que pudiera pasar algo así, pero ahora soy consciente de que hacer una enema a un elefante puede ser una actividad realmente peligrosa -advirtió Kurt.